La influencia europea en Iquitos y Perú

Iquitos,, con una población cercana al medio millón de habitantes, es la ciudad más grande de la región amazónica peruana de Loreto. Es la ciudad más grande del mundo a la que solo se puede llegar por aire o por río, ya que no hay carreteras que conduzcan hasta ella.

La ciudad tiene sus orígenes en la década de 1750, cuando los misioneros jesuitas llegaron con el objetivo de ayudar a las comunidades indígenas amazónicas de la zona. Sin embargo, fue la era del «auge del caucho» de finales del siglo XIX la que desencadenó el crecimiento explosivo de la población de Iquitos, aumentando de alrededor de 1.500 habitantes en la década de 1870 a casi 20.000 solo una década después, las oportunidades económicas en el comercio del caucho atrajeron a la gente.

Se explota el caucho y la población de Iquitos

En 1844, el proceso de vulcanización de Charles Goodyear para fabricar productos de caucho duraderos generó una inmensa demanda de caucho natural. Este auge del caucho en la ciudad amazónica peruana de Iquitos hizo que algunos barones del caucho internacionales se volvieran extremadamente ricos. Con materiales importados de Europa, construyeron grandes mansiones y edificios, muchos de los cuales todavía hoy se mantienen en pie como sitios patrimoniales.

Entre los ejemplos más destacados se encuentran la Iglesia Matriz de Iquitos, construida por José de Jesús Reátegui, y la emblemática Casa de Fierro, construida en 1890 por Gustave Eiffel. Iquitos contaba con iluminación eléctrica antes de Lima, lo que demuestra su prosperidad gracias al comercio del caucho.

Sin embargo, esta riqueza tuvo un costo humano terrible. Los pueblos indígenas se vieron obligados a trabajar en condiciones horribles, similares a la esclavitud, para localizar y extraer árboles de caucho para los barones. Los barcos de vapor transportaban caucho y suministros, formando vínculos comerciales cruciales que permitieron el desarrollo de la Amazonia , pero también la explotación. Los barcos de vapor no eran simplemente embarcaciones utilitarias para la exploración y el transporte, sino que también servían para propósitos más indulgentes, propios de los ricos barones del caucho que los poseían. Increíblemente, algunos de estos lujosos barcos fluviales funcionaban como hoteles flotantes e incluso burdeles.

Las excéntricas exhibiciones de opulencia de los barones incluían mansiones adornadas con azulejos europeos construidas sobre cimientos de botellas de vidrio, como las casas de Morey y Cohen. Sus «fetiches» por las grandes propiedades y los barcos fueron posibles gracias al sufrimiento indígena. La fastuosa arquitectura de Iquitos reflejaba la opulencia europea en la selva amazónica, inmortalizada en libros como La Vorágine de José Eustasio Rivera, quien escribe sobre los recuerdos de la brutal fiebre del caucho que alguna vez azotó a la región.

De esta manera fue la influencia europea en Iquitos y es parte de la historia del Perú, y Peru Jungle Trips te invita a conocer más sobre esta Historia a través de un recorrido por la Amazonía peruana, gracias por leer nuestro blog.

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